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Crisis en La Suipachense: la histórica láctea reduce su producción tras conflictos gremiales

#Suipacha |Amenazas, tomas de planta y tensión laboral dejaron a La Suipachense trabajando a la mitad. La situación afecta a trabajadores, proveedores y vecinos, mientras la empresa busca normalizar la actividad en Suipacha.

ProvinciaEl martesRedacción infoPBARedacción infoPBA
Copia de IMG GERMAN REPORTERO(24)

Crisis en La Suipachense: la histórica láctea reduce su producción tras conflictos gremiales

La histórica láctea La Suipachense, ubicada en Suipacha y parte del grupo venezolano Maralac desde 2012, atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. Según denuncias de la empresa, dirigentes del sindicato Atilra protagonizaron hechos de violencia dentro de la planta, incluyendo amenazas a directivos y sus familias, retención de gerentes y toma parcial de la administración.

El conflicto comenzó tras atrasos en el pago de los sueldos de julio, que la compañía atribuye al "estrés financiero" del sector lácteo. Desde la empresa explicaron que ya abonaron la mayoría de los salarios pendientes, aunque resta pagar entre un 10% y 15% de los haberes. "No fue algo generalizado ni permanente. Y la reacción fue parar la compañía, lo cual desde nuestra visión fue irracional porque solo genera más problemas", señalaron a INFOPBA.

La tensión escaló a fines de julio, con episodios que incluyeron amenazas personales contra directivos y la retención de gerentes bajo presión dentro de la planta. Incluso, el intendente de Suipacha, Juan Luis Mancini, intervino para intentar descomprimir la situación.

El impacto en la producción es evidente. Con 143 empleados y un rol central en el mercado de leche fluida, La Suipachense redujo su procesamiento mensual de 4 millones a 2 millones de litros. "Los costos siguen siendo los mismos y el daño se multiplica, porque además se genera incertidumbre entre tamberos, proveedores y clientes", explicaron desde la compañía.

Para retomar el control de la planta, fue designado Pascual Bensadón como nuevo director general, aunque desde la empresa sostienen que el clima hostil persiste. "La compañía no está acéfala, seguimos a cargo, aunque bajo constante presión gremial", afirmaron.

Más allá del conflicto laboral, la empresa advierte sobre el impacto en la comunidad: "Este negocio se sostiene en la previsibilidad, y cuando eso se rompe es lógico que aparezca la preocupación en toda la cadena. Esperamos que se entienda la gravedad de lo sucedido porque va más allá de lo laboral: es una cuestión de respeto y de seguridad", concluyeron.

La situación genera incertidumbre en la localidad, donde proveedores y vecinos observan con preocupación los próximos pasos de la firma láctea. La resolución del conflicto podría marcar un precedente en la relación entre gremios y empresas del sector.

Redacción de Diario INFOPBA

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