El peronismo afronta una de sus mayores pruebas en las elecciones legislativas de 2025. En la provincia de Buenos Aires, donde se juega la gobernación el próximo 7 de septiembre, el oficialismo busca consolidar una victoria que fortalezca su posición rumbo a los comicios nacionales del 26 de octubre.
No obstante, la unidad interna está lejos de ser un hecho. En la Provincia, una guerra fría entre el gobernador Axel Kicillof y el kirchnerismo duro, especialmente La Cámpora, marcó la última etapa de armado de listas, que incluso superó los plazos electorales previstos. Según fuentes cercanas a la Redacción de Diario INFOPBA, esta fractura podría profundizarse en la disputa por cargos nacionales, aunque con menor incidencia del mandatario provincial.
En paralelo, la campaña transcurre con gestos que evidencian las diferencias. Mientras Kicillof y Sergio Massa coordinaron la estrategia en la Primera Sección Electoral sin la participación de Máximo Kirchner ni referentes de La Cámpora, este último espacio avanzó con recorridas y mensajes propios, apoyados por Cristina Kirchner, pero sin representantes del gobernador ni del líder del Frente Renovador.
El enfrentamiento se complejiza con la nueva tensión entre Juan Grabois y Sergio Massa. El dirigente social de Patria Grande amagó con postularse para diputado nacional por fuera de Fuerza Patria y cuestionó el protagonismo de Massa, al que acusó de representar a la derecha del peronismo. Tras un llamado de Cristina Kirchner, Grabois moderó sus críticas, aunque el malestar sigue latente y desde el Frente Renovador advierten que, de concretarse su postulación, Patria Grande perderá sus lugares en las listas bonaerenses.
En este contexto de internas, la figura de Cristina Kirchner se mantiene central, aunque condicionada. El PJ lanzó una campaña que reproduce sus mensajes en defensa del trabajo y la crítica a Javier Milei, apelando a la imagen de la expresidenta para movilizar al electorado bonaerense, frente a las limitaciones impuestas por sectores económicos y judiciales que la proscriben.
Desde INFOPBA destacamos que estas internas marcan un momento crítico para el peronismo. La capacidad para resolver las tensiones y presentar un frente unido será decisiva para conservar la Provincia y sostener su influencia a nivel nacional.
Opinión pública
Analistas políticos consultados coinciden en que la división interna podría debilitar la performance electoral del peronismo en un año clave, pero también advierten que la dispersión de críticas públicas puede ser parte de una estrategia para negociar espacios y consolidar candidaturas en el cierre de listas. El impacto real se medirá el día de la elección, donde la unidad será puesta a prueba frente al avance de la oposición.