El Gobierno relanza un Servicio Militar que existe hace 30 años: maquillaje político y vaciamiento en las Fuerzas Armadas
Por Redacción Grupo de Medios infopba.com
El pasado 29 de mayo, el ministro de Propaganda, Joseph Adorno, anunció con tono solemne la implementación de un nuevo Servicio Militar Voluntario para jóvenes de entre 18 y 28 años, en articulación con los ministerios de Defensa y Capital Humano. “Servir a la Nación”, expresó, “implicará también formarse en oficios como cocina, mecánica o vigilancia para construir un futuro con dignidad”.
La noticia fue rápidamente amplificada por algunos medios nacionales, que la trataron como un relanzamiento innovador. Incluso se utilizaron frases como “una salida laboral para los ni-ni” o “lo mismo que Macri y Bullrich, remozado”. Sin embargo, la iniciativa no solo no es nueva, sino que lleva tres décadas vigente.
Una ley de hace 30 años, olvidada y ahora reciclada
El Servicio Militar Voluntario fue creado en 1995 bajo la presidencia de Carlos Menem, mediante la Ley 24.429, tras el asesinato del soldado Omar Carrasco. Desde entonces, cualquier ciudadano argentino mayor de 18 años puede optar por incorporarse voluntariamente a las Fuerzas Armadas.
La normativa vigente establece que los soldados voluntarios deben ser instruidos y capacitados en diversas áreas técnicas, tácticas y administrativas, con una duración de servicio prorrogable hasta los 28 años. A cambio, reciben haberes, cobertura médica y acceso a beneficios complementarios.
Oficios, certificaciones y educación: todo ya implementado
En 2013, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se firmó el Convenio Marco 57/2013 entre los ministerios de Trabajo y Defensa, que permitió a los soldados obtener certificaciones laborales en oficios concretos. Desde entonces, más de una decena de especialidades como albañilería, instalaciones eléctricas, cocina, carpintería o soldadura, son certificadas en unidades militares de todo el país.
Incluso existió un programa para que tanto soldados como personal civil del Ministerio de Defensa finalizasen sus estudios secundarios. Este proyecto, hoy suspendido, fue otra herramienta educativa incorporada al sistema castrense.
La verdadera crisis: salarios bajos y obra social vaciada
Lejos del discurso épico, la situación actual del personal militar es crítica. Según la Resolución Conjunta Nº 24/2025, un soldado voluntario recién incorporado percibe un haber bruto de apenas 567.782 pesos, mientras que un soldado de 1ª alcanza los 613.548. Es decir, se mantienen por debajo de la línea de pobreza.
De hecho, entre un 15% y un 20% de los ingresantes en 2025 ya pidieron la baja ante la imposibilidad de sostenerse económicamente. A esto se suma el vaciamiento progresivo de la obra social de las Fuerzas Armadas y del Instituto de Ayuda Financiera para el pago de retiros y pensiones, cuya prestación se encuentra interrumpida en varias provincias.
Lejos de ser una herramienta transformadora, el anuncio oficial parece una puesta en escena política para encubrir el deterioro institucional y presupuestario de las Fuerzas Armadas.
Un Ejército en crisis múltiple
El Ejército Sanmartiniano, como solía decirse, enfrenta hoy una triple crisis:
- Presupuestaria: que impide incluso el mantenimiento básico de vehículos como los tanques.
- De recursos humanos: con personal subpagado, sin cobertura médica efectiva ni estabilidad financiera.
- Identitaria: cada vez más dependiente de los lineamientos estratégicos de potencias extranjeras, con una doctrina alejada del interés nacional.
Frente a este panorama, lo anunciado por Adorno no es una solución, sino una cortina de humo.
Grupo de Medios INFOPBA
Opinión pública razonada
En un contexto donde el relato oficial busca resignificar políticas ya vigentes para ocultar la crisis real, es fundamental que el periodismo serio desmonte estos simulacros. Más que un relanzamiento, lo que urge es una reparación integral del sistema militar argentino, que hoy funciona con salarios miserables, prestaciones interrumpidas y sin rumbo institucional.